GUÍA DE LECTURA
GUÍA BÁSICA PARA LEER A EZEQUIEL MARTÍNEZ ESTRADA
Nidia Burgos - Universidad Nacional del Sur
A la obra de Ezequiel Martínez Estrada se puede ingresar por cualquiera de los géneros que aquél cultivó, según los intereses del ocasional lector. Así es posible dedicarse a su poesía, que reúne en Argentina (1927) algunos de sus más celebrados poemas, como “El mate”, “San José de la Esquina” o “Buenos Aires”, o ingresar en la decantada sabiduría de sus Coplas de ciego (1959).
Si uno opta por el ensayo no es mala idea ingresar de lleno en Radiografía de la pampa, uno de los ensayos literarios más enjundioso de las letras hispanoamericanas donde encontrará al escritor en la plenitud de su estilo, y podrá seguirlo en sus disquisiciones sobre el país y su gente, donde hallará además páginas antológicas como las que le dedica al cuchillo, a los estadios, o al hipódromo. Le aconsejo seguir con La cabeza de Goliat. Microscopía de Buenos Aires, donde denuncia nuestra carencia de federalismo y nos muestra un retrato del país con un cuerpo esmirriado y desnutrido y una macrocefalia deformante que no hay que desdeñar al momento de analizar el origen de nuestros males como país.
Finalmente le proporcionarán el mayor placer los cuentos que atesora el volumen Cuentos Completos (1975), donde encontrará verdaderas joyas literarias como La cosecha, Marta Riquelme, Sábado de gloria y La inundación.
Muchas de sus obras están agotadas o son de difícil hallazgo. Los investigadores interesados pueden recurrir a la Fundación Ezequiel Martínez Estrada, Avenida Alem 908 (8000) Bahía Blanca, donde pueden conseguir textos inhallables y donde también se puede proporcionar a Colegios o Instituciones una Antología para el nivel EGB y el video que produjo la Fundación en 1999 titulado “Ezequiel Martínez Estrada, artista y pensador”.
LA ESCRITURA ILUMINADORA DE EZEQUIEL MARTÍNEZ ESTRADA
La aguda mirada y el espíritu reflexivo de Ezequiel Martínez Estrada le hicieron detectar anticipadamente variadas problemáticas de la nuestra sociedad. Vale destacar un fragmento de Radiografía de la pampa, donde desenmascara la hipocresía y el orgullo que subyace en la falta de reconocimiento a la mujer que contribuye al sostén del hogar:
Posición falsa y deprimida por excelencia , es la de la mujer que contribuye a sostener su hogar: maestra, empleada, obrera. Considérase vergonzoso reconocer lealmente a la compañera su calidad de contribuyente (...) porque se teme no ser suficiente marido. Su posición equívoca proviene de un complejo en que también ella está complicada, por amalgama de estos sentimientos: desprecio-venganza-necesidad. Se la necesita, se la aprovecha sin reconocérsele derechos en pie de igualdad, y se quiere que en el taller y en el escritorio proyecte a sus ocupaciones los deberes propios del hogar. (...) Ahí está todavía ,sin haber claudicado del todo de sus tremendos deberes de anteayer (...) en los días de descanso se le exige que retorne a las antiguas costumbres y que el domingo conmemore su viejo cautiverio. Los días de fiesta y las horas de descanso la retraen a sus compromisos antiguos: no tiene libertad, poniendo las cosas en orden para la nueva semana. (...) No se la dejó libre para que viviera , como se la dejó libre para que ganara su pan. Independizada del hogar hasta cubrir el déficit del ingreso del varón, se la mantiene sumisa, censurada, con la cadena de los prejuicios sexuales al pie. Se sancionan leyes que la amparan, pero no tiene amparo. Mañana podrá divorciarse y volver a casarse, podrá votar, pero no será libre (...) No es en la calle ni en su casa más de lo que fue ayer, aunque ahora regrese con su salario en la cartera. (Martínez Estrada,1953:328-330)